Que nuestra voz sea nuestro cuerpo

Fearfour. Foto: Juan Casanova

L. Carlos Sánchez

Un Desierto para la Danza en su edición 26, es la plataforma para la mirada jovial. Las propuestas se diversifican. La Compañía Juvenil Rocío Moreno está presente.

Proponer la exploración de los involucrados en la coreografía es una premisa. Lo subraya la coreógrafa Rocío Moreno.

De conducta afable, con esa emoción que se exhibe al hablar del tema que le apasiona, Rocío atiende la conversación. Primero nos dice de qué va lo que se baila:

“Nosotros somos la Compañía Juvenil Rocío Moreno, con seis integrantes, yo como coreógrafa, y vamos a presentar Fearfour, que habla de las injusticias y sobre el egocentrismo de las personas, entonces hicimos exploraciones, hicimos una investigación y en base a los resultados llegamos a un tipo de movimiento y un tipo de arquitectura escénica corporal y eso es lo que estaremos presentando en Un Desierto para la Danza”.

–¿Por qué estos temas?

–Estos temas nacieron hace tres años, presentamos esta obra en un concurso, nos inspiramos en el tema de Ayotzinapa, y ahora que metimos el proyecto a este Desierto, nos inspiramos en injusticias en general. Platicando entre todas como equipo, fuimos valorando las injusticias del mundo, del país, y nos fuimos metiendo en un entorno social hasta que terminamos hablando de manera individual y es ahí donde nace el egocentrismo.

–Miro en tu mirada una mirada taciturna, ¿qué te dice tu mirada cuando te miras al espejo?

–Yo veo bondad, veo ganas de expresar lo que siento hacia lo que pasa en el mundo, expresarlo con el cuerpo, con la danza y no de manera individual, quiero expresarlo con el grupo, armar las piezas y llegar a una conclusión, que nuestra voz sea nuestro cuerpo y expresarlo.

–¿Cuáles son las consecuencias de la bondad?

–Es una espada de doble filo, tienes que prepararte para todo, así como se puede utilizar para ayudar a los demás, y para yo expresarme, es también algo que tengo que controlar para que las personas o incluso yo, tener la habilidad para no permitir que se aprovechen de mí por esa bondad.

–¿La bondad es genética o se construye al paso de la vida?

–Creo que se construye según las experiencias que te van sucediendo en la vida.

–¿Cuáles son las cosas sencillas de la vida que te pueden hacer feliz?

–El amor, mi pareja, la familia, la danza.

–¿Qué significa en tu vida un apuesta de sol?

–Plenitud.

–¿Qué significa dirigir y se parte del programa de Un Desierto para la Danza?

–Para mí es gratitud. Estoy agradecida de que se haya seleccionado mi proyecto, agradecida con quienes depositaron la confianza en mí para que por primera vez yo pueda presentar a mi compañía juvenil, que ni si quiera todas son egresadas de la carrera, es mucho agradecimiento.

–¿El arte por el arte o el arte como un compromiso personal y social?

–El arte como un compromiso personal y social.

–¿Qué puede aportar el arte a la sociedad?

–Cambios. Tenemos un gran compromiso los artistas de estar conscientes y de saber qué es lo que vamos a expresar con nuestro cuerpo, con nuestra voz, porque creo que podemos generar cambios para bien en nuestra sociedad.

–¿Por qué a través de la danza?

–Porque la danza es tu cuerpo, y mover tu cuerpo junto con la música… para mí la música y el cuerpo son elementos muy importantes, siempre bailo con música, hay artistas que solo mueven su cuerpo y pueden no utilizar la música, pero para mí es esencial esa musicalidad en conjunto con el cuerpo, da satisfacción, bienestar, es pasión, es entrega, es todo.

–¿Cómo vives ese instante previo al tercera llamada?

–Ese instante previo es de respiración, concentración, generalmente siempre en nuestro grupo y yo nos tomamos de la mano, respiramos, y a iniciar, ya no hay nada qué hacer, nada de qué preocuparnos, estamos para hacer y disfrutar.

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