Músicos Trabajando: un foro alternativo para el diálogo y la retroalimentación

Carlos Sánchez

Óscar Mayoral lo conceptualiza como un espacio para la convivencia: “Muchos músicos repiten cada miércoles y se encuentran y platican. Otra gente lo ve como algo nuevo, que le contaron que está sucediendo y se acercan. Se está generando este encuentro y cada concierto es una nueva historia”.

Óscar Mayoral, quien es director de Stretto, se refiere a Músicos Trabajando, que tiene como sede el Kiosco del Arte de la Pitic. Óscar es también el coordinador general de este movimiento musical que sucede cada semana, y que ya tiene poco más de año y medio de actividad ininterrumpida.

Ocurre de pronto el estreno mundial de una obra de manufactura sonorense, como lo fue la composición de la chelista Nubia Jaime Donjuan.

Luego vienen las conversaciones, el espectador que se ilustra desde la exposición del músico y viceversa. La intimidad del sonido que es instrumento. La intimidad del sonido que es palabra.

Antes del cerrojo de temporada, por conclusión de un calendario más, conversamos con Óscar Mayoral. Aquí los objetivos que son premisa en la existencia de Músicos Trabajando, y algunos de los momentos cumbres, trascendentales de estas jornadas.

–Óscar, ¿cuáles fueron los objetivos cuando deciden instaurar Músicos Trabajando?

–Los principales objetivos fueron, por un lado, la creación de públicos, atraer nuevos grupos de la población hacia los productos culturales. Por otro lado, nos propusimos acercar a las diversas generaciones de músicos, al diálogo, retroalimentar el quehacer artístico, específicamente en la creación musical.

También nos planteamos la consolidación de un foro alternativo para la música de cámara, tan necesario en Sonora. Hemos mencionado que Sonora es de los pocos estados, o el único, que no cuenta con una sala de conciertos, entonces a falta de eso quisimos hacer un foro simbólico y que es el Kiosco del Arte, que funja como sala de conciertos para mostrar lo que se está haciendo y motivar a que se haga más música de cámara. ¿Por qué música de cámara? Porque tiene un poder formativo muy grande, a diferencia de la música orquestal, por ejemplo, o de la música popular. En la música de cámara cada integrante del grupo o ensamble, tiene un papel de solista, una responsabilidad musical muy grande, y al no existir un director, como en la orquesta, cada uno tiene que tener una autoexigencia para poder desarrollar y abordar los repertorios que se requieren para este género. Básicamente esos son los objetivos.

–Músicos Trabajando está marcando un hito. Nos está dando un orden. No sabíamos los espectadores que teníamos tantos músicos de calidad interpretativa.

–Pienso que hay mucho talento en Sonora. El mejor punto de referencia lo deben tener quienes se han movido fuera de aquí, y quienes vienen de fuera, que son muchos artistas y maestros que vienen a trabajar a este estado. Hay talento, lo encontramos, pero en bruto, como un diamante que hace falta pulirse, de eso es de lo que adolecemos, de ausencia de instituciones artísticas y específicamente musicales, de nivel superior. Hay la Universidad de Sonora, algunas academias particulares, las casas de cultura, hay proyectos de escuelas, de conservatorios, pero no se ha consolidado una institución que marque una tradición en cuanto a formación musical, lo más cercano es la Universidad de Sonora.

Coincido que en Sonora tenemos mucho talento, lo han dicho quienes tienen puntos de referencia. Y en cuanto a que este programa está marcando un orden, tienes razón, porque los mismos músicos lo hemos convertido en un reto personal, de decir bueno voy a abordar tal repertorio y debo superarme a mí mismo, y al mismo tiempo de alguna manera (no lo he visto como alguna competencia) pero debe haber algo de eso, de decir que si un compañero tocó algún repertorio de tal nivel de dificultad, pues bueno vamos a abordar algo similar. No lo hemos visto como una competencia, pero algo debe haber porque se ha visto que el nivel, a un año y medio que tenemos con el programa, ha ido creciendo en calidad y en variedad de repertorios. Pienso que se está dejando una huella y marcando un rumbo de lo que está sucediendo en la música a nivel profesional.

–Cuéntame algunos de los momentos que más te han emocionado en estas jornadas de Músicos Trabajando.

–Un momento muy emocionante para mí y para muchos, fue el concierto de Christian Merkle, este pianista que en ese momento tenía trece años de edad, y tocando como los grandes. Ese momento fue muy emotivo porque por un lado estaba el Kiosco del Arte a reventar, y no nomás eran los amigos cercanos, la familia, como a veces sucede, había muchos músicos y muchos espectadores que por primera vez se daban cita allí, y fue muy emocionante, además de por ser una gran ejecución, ver que un niño está tocando de esa manera y al mismo tiempo la presentación se convertía en un concierto de despedida porque Christian se iba a estudiar a un conservatorio. Una presentación que generaba sentimientos encontrados porque lo mismo que ya te digo, de que no se puede quedar aquí a estudiar y tiene qué partir a formarse.

Ha habido otros momentos, recuerdo por ejemplo cuando vino Mariana Mevans, una chica de Hermosillo que se tuvo que ir a estudiar música antigua a Tucson, específicamente se fue a estudiar el clavecín, que es el antecesor del piano. Cuando Mariana se entera de Músicos Trabajando me dice que quiere venir a dar un recital, pero ella lo que quiere es mostrar a su gente lo que está haciendo en Estados Unidos.

El clavecín es un instrumento que ya no se fabrica y aparte es difícil de transportar. Estuvimos planeando este concierto durante meses, en alguna ocasión lo anunciamos y se tuvo que posponer la fecha porque no pudo Mariana traerse el instrumento, luego se pospuso de nuevo por otras cuestiones, eso generó mucha expectación entre el público. Constantemente preguntaban por la fecha del concierto con clavecín, mucha gente que nunca había visto ese instrumento, y hasta que por fin, casualmente en 22 de noviembre, hasta ahora caigo en cuenta, y hay que agradecerle a santa Cecilia, la patrona de los músicos, pues ese día todo se acomoda para que se realice el concierto. Mariana trae el clavecín que un maestro le prestó, cosa que es rara porque no es fácil prestar un instrumento antiguo.

Cuando por fin se da el concierto el Kiosco del Arte estaba a reventar. Y esta anécdota que cuento, ahora la hago desde la perspectiva del público, músicos y no, melómanos, digamos, estábamos emocionadísimos de ver lo que está haciendo Mariana, rescatando música de tres, cuatro siglos, con un instrumento tan frágil y bello como es el clavecín. Fue un momento muy emocionante de vivir cómo fue la historia de ese concierto y transportarnos a las épocas de donde se escuchaba esa música, esas obras antiguas. Fue muy emocionante, al terminar el concierto la gente no se quería ir, se tomaba fotos con Mariana, todo mundo queriendo tocar y ver las teclas del clavecín. Muchas preguntas para Mariana quien se comportó dadivosa en sus respuestas.

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