
Danny Landa
“Somos lo que nos han hecho, lo que nos hemos hecho, lo que hemos decidido no hacernos y lo que no sabemos que podemos hacer. Somos lo que sabemos, lo que decimos, lo que damos por sentado y en lo que creemos. Somos cuerpo, y nuestro cuerpo tiene la forma de nosotros.”
Pensaba en todo esto mientras miraba el trabajo de Sendic y Shantí, no podía dejar de darle vuelta al nombre de su pieza, “si nuestro cuerpo tiene la forma de nosotros, un cuerpo vacío, ¿Qué forma adquiere?”, y mientras seguía tratando de responderme veía en el escenario cuerpos siendo uno con el espacio, con el sonido, con el cuerpo del otro y con el cuerpo mismo y me dejaron ver que un cuerpo vacío BUSCA. Al cuerpo vacío no lo limitan las fronteras de la piel, va dejando siluetas de energía al irse de un lugar, un cuerpo vacío ocupa hambrientamente el espacio, es tremenadmente curioso y seguro, su instinto lo sostiene, el cuerpo vacío no escucha la música, se escucha a sí mismo escuchando la música, un cuerpo vacío es primitivo pero no deja de ser individuo, busca al otro para usarlo y dejarse usar, busca al otro para coincidir, comparte el cuerpo, el espacio, y así, se va formando.
Aplaudo el trabajo de CUATRO X CUATRO por compartir de esa manera el escenario con el otro, a pesar de que plantean al público como espectador, vi más sobre generosidad y colaboración que si me hubieran invitado a subir al escenario y por último les aplaudo el gesto de cerrar su participación abrazándose, porque en ese momento su discurso fue contundente: “Vaciar el cuerpo para tener la forma del otro”.