El Mentidero, paredes de la memoria de Hermosillo donde ahora se cuentan historias

El Mentidero. Foto: Rodolfo Nevarez

Misuki Takaya

La memoria plasmada en muros de un colegio, que ahora vuelven a iluminarse y cuentan otras más historias, este es el Mentidero y que alberga en su corazón un compañía de más de dos décadas: Juilas.

Juilas   Teatro, y la Compañía Teatral del Norte, A.C, se ha convertido un referente necesario, si de teatro Sonorense hablamos. En más de 22 años, con más de 5 montajes ofertados en su cartelera actual, ha sabido colocarse dentro del gusto del público Sonorense. Ha forjado un lenguaje y una identidad propia del grupo. ¿Cómo no recordar la tuba del Goyo Trejo o Güevos Rancheros?

Hace más de un año, Juilas Teatro abre su casa, funcionando principalmente para ensayos y gestiones administrativas de la compañía y adhiriéndose al Centro Histórico de la capital Sonorense: en la Falda del Cerro de la Campana, lugar que lucha por ser un punto de referencia cultural para los hermosillenses, pero también un lugar que deja asomar el abandono, la discriminación, la lucha, la resistencia de vecindarios azotados por las drogas y la vida, a veces tan dura.

Cualquier proyecto cultural es, dentro de muchas cosas, una acto de resistencia, de rebelarse con lo que pareciera imposible, de voluntad y de amor a lo que hacemos: Teatro. Larga vida al centro histórico, a sus foros, librerías, murales; pero sobre todo a estos fenómenos que vuelve la calle un disfrute, que voltean al cerro y que vuelven una pequeña fiesta este pedazo de barrio.

Aquí compartimos una conversación con Paulo Sergio Galindo, actor, director, integrante de Juilas Teatro:

 Paulo Sergio, ¿Cómo comienza Juilas? ¿Por qué abrir esto espacios en el centro Histórico?

 La Compañía Teatral del Norte nunca había tenido un espacio propio, ni como oficina, ni como salón de ensayos, no teníamos una sede. La compañía estaba llegando a un punto de crecimiento en el  que necesitaba un lugar desde donde poder operar distintas áreas encaminadas siempre a la profesionalización de la compañía. A raíz de que fuimos beneficiados con el programa México en Escena, de el Fondo Nacional  para la Cultura y las Artes, se contempló en ese proyecto el tener un espacio principalmente para ensayos, bodega y oficinas. El tener esa posibilidad  de la mano con personas que trabajan constantemente de planta en la compañía, sentíamos que iba ser el conjunto de un proyecto que nos permitiría crecer más.

Cuando nos aprobaron el proyecto empezamos a trabajar sobre eso y elegimos una casa mucho más pequeña que la actual, aún así para nosotros ya resultaba grande porque ya teníamos un espacio. Al cabo de un año, nos pasamos a la casa actual mucho más amplia y en la cual tampoco ya cabemos. La estructura de una compañía o productora teatral es compleja, así que los espacios que están construidos para la vida son difíciles hacerlos embonar a las dinámicas de una compañía de teatro.

Así es como llegamos a esta casa, aquí hemos hecho presentaciones, pero primordialmente funciona como salón de ensayos, oficina, bodega y cocina.  Respecto a la cocina, ha funcionado muy padre, pues ha creado esta dinámica de cooperativa. La mamá de Gaby (integrante de la compañía), cocina muy bien y al estar aquí todos los días cocina para todos, donde todos cooperamos con lo que disponemos. Así encontramos una dinámica de casa , donde a diarios nos sentamos a comer.

El Colegio Amante y El Mentidero Foro independiente, la transformación de un espacio.

Poco después de instalarnos en Juilas,  viene el espacio de enfrente (El Mentidero). El colegio Amante (actualmente el Mentidero) era propiedad del Choby, cofundador de esta compañía. Choby Ochoa y nosotros ya veníamos cuestionándonos: qué hacer con el colegio.

En ese momento el colegio estaba invadido, estando enfrente nos dimos cuenta de todo el manejo que tenía el lugar: del deterioro y de cómo cada vez esta más crecía la venta de drogas; teníamos mucho miedo de que entrará un cártel y que fuera mucho más complejo desocupar el lugar. Viendo estas señas, nos dimos cuenta de que si seguíamos esperando el momento ideal no lograríamos nada.  Dijimos: vamos a hacerlo con lo que tengamos y  con lo que podamos.

Después de muchas gestiones con el ayuntamiento, seguridad pública, protección civil y servicios sociales, logramos desocupar el lugar. El reto mayor era que después de desocupar el lugar,  teníamos que entrar y ponernos a trabajar inmediatamente.

Con el lugar, hemos creado todo un planteamiento sobre la figura jurídica del espacio, así como la construcción, las escrituras, etcétera. Hicimos toda esa parte administrativa para hacer mejoras y detener el deterioro para poder entrar a trabajar al espacio.

 ¿El lograr tener estos espacios, ha influido en  los procesos y dinámicas de la compañía?

Sí, totalmente, nos obligó a entrar en otras dinámicas. Digamos que la parte de la oficina ha ido demandando cada vez más espacio y más personal también; eso ha facilitado mucho la dinámica de trabajo, es decir, estar todos reunidos en un solo punto todas las mañanas para trabajar ha sido esencial y eso le ha dado un toque mucho más profesional a la compañía; la ha hecho evolucionar en varios sentidos:  primeramente en la vista hacia el exterior, es decir, las personas que no son del medio o que desconocen el giro teatral, se sienten mucho más familiarizados al entrar a un espacio de oficina. También nos ha permitido estrechar lazo con iniciativa privada y con institución pública de otra manera.

Por otra parte, el espacio para el ensayo es el sufrimiento eterno de todas las compañías el: “¿dónde vamos a ensayar?”; esto ya no representa para nosotros un problema.

¿Qué  más ha permitido tener este espacio?: ahorro de tiempo; aquí el espacio está disponible para nosotros las 24 horas del día. Gracias a eso ahora programamos los ensayos, y en vez ceñirnos al espacio, nos ceñirnos a los tiempos del grupo. El tener una bodega, una cocina y oficina, sí cambian mucho las dinámicas de trabajo y nos permite tener el control de nuestras dinámicas de trabajo, que es lo que normalmente no pasa. Un ejemplo para  la programación de nuestra temporada de otoño en el Mentidero,  ya no tenemos que revisar el calendario de nadie o sentarnos durante seis meses como lo hicimos para poder conseguir el teatro de la ciudad.

 De alguna manera yo antes tenía el sentimiento de que el centro histórico estaba partido, aún lo siento: muchos huecos oscuros, el tránsito de Andamios a Casa Madrid. Para mí este espacio es un puente de este centro histórico. ¿Cómo fueron adaptándose a la dinámica de este espacio?  ¿Cuál es su relación comunidad del cerro de la campana, así como el centro histórico?

 Reconozco, yo, como pioneros del centro histórico a la Matraka, Andamios, el maestro  Ozuna, entre otros.  Siento que hemos llegado a contribuir con lo que ellos empezaron. El centro histórico es un espacio privilegiado.

Había un hueco que no estaba cubierto y lo que estaba cubierto estaba cubierto por personas que hacían muy complicado el tránsito de esta calle. Por ese lado yo siento que sí llegamos a favorecer no sólo un lado de la calle, sino de los dos lados y eso contribuye a seguir abriendo el paso y crear un puente en este espacio. Y por otro lado el ambiente abierto hacia el espectador, estamos por verlo, abrir esta temporada y ver que sucede, ver como esta la confianza de la gente respecto a la zona, a ver que tanto se anima a venir, la calle está sola todas las noches, pensábamos que iba a ver un problema de estacionamiento, pero se nos olvida que el verdadero problema con el estacionamiento es el día, la noche toda esta calle está despejada.

La relación con los otros grupos artísticos me parece que ha favorecido mucho el ambiente de la calle y el movimiento. Yo creo que va a favorecer a los otros grupos también en sumarse en esta temporada en la que estamos invirtiendo muchos recursos humanos y de todo tipo en materia de publicidad   y difusión. Hay una serie de dinámicas que se pueden empezar a establecer, es cuestión de irlas trabajando para favorecer verdaderamente al corredor cultural.  Un corredor cultural, que por el que seamos vecinos no cobra ningún sentido, pero si empiezan a existir colaboraciones entre los vecinos, sobre todo para atraer a la  gente y la confianza de la gente en centro histórico, pues ahí creo que podemos lograr grandes cosas.

Creo que es indispensable hablar como el público de teatro, más que del público de una compañía.  Porque eso nos beneficia a todos. A mí cada vez que me dicen: “ Oye, Andamios estuvo lleno en su función de ayer” ,- híjole, felicidades-, lo aplaudo muchísimo porque es el público de todos, es el público que vienen al centro y a ese público hay  que protegerlo y cuidarlo entre todos los que estamos aquí, porque nos ayuda a todos y  favorece al teatro que es lo que nos gusta a hacer.

 ¿Cuál es la importancia que ves en la cuestión social, en  la creación de estos espacios independientes culturales? ¿Cómo percibes su impacto en la sociedad?

Pues mira, impacto social lo dimos desde el primer golpe, en este colegio, cuando dijimos: vamos a convertirlo en un espacio de expresión, un espacio de arte abierto a otras posibilidades. Ahora, resulta sorprendente el abandono de la autoridad sobre un espacio  tan icónico de la ciudad y sobre todo pensando en el Cerro de la Campana, es decir ¿cómo hay un verdadero abandono, sobre la población de falda que rodea  el Cerro de la Campana?

Espacios que además he ido descubriendo, que son muy valiosos y que conservan  tradiciones de la ciudad. Por ejemplo, hay todavía una panadería maravillosa en el cerro de la campana, nuestra compañeras Neyda García (actriz de la compañía) trae el pan de esa panadería,  ¡una cosa deliciosa! pero de este tipo de cosas es de las que ya no ves en el resto de la ciudad porque luego ya hay otro tipo de comercio, pero estos poco a poco son consumidos, ya no digamos por la modernidad de nuevos negocios, si no por la violencia y la inseguridad  del cerro. El corredor pudiera ser un pasillo precioso, de costumbres, de identidad sonorense, y creo que estas iniciativas empiezan a favorecer a la población.

Nos urge crear este acercamiento para crear todavía mucho más y hacer lazos mucho más fuertes con los niños de cerro , con la gente que vive en el cerro, para que sientas que estos espacios no están quitándoles ni están absorbiendo su modo de vida, su casas.. al contrario  les están favoreciendo, son  espacios que deberían de ser primordialmente pensado para ellos.

 De alguna manera,  un sentido de pertenencia hacia este cerro.

Claro, había que redireccionar, ¿sientes que este es tu espacio? ¿es tu cerro?, pero tienes que cuidar y hacer tal y tal y tal.

 Nos podrías platicar de manera breve, sobre el edifico y su historia como el antiguo colegio.

Es uno de los primeros colegios católicos que se hicieron, se construyo según el INAH, a mediado del siglo XIX. Hasta al final de sus días siguió siendo un colegio católico. Ya después, los herederos se quedaron con él y hay muchas personas que fueron alumnos de este. Hay poca información sobre este espacio, lo hemos buscado, pero hay pocas fotografías, no encontramos aún fotografías del interior del lugar; sólo tenemos del exterior y no originalmente, si no lo más antiguas que hay.

Incuso hay personas que se han acercado y nos comentan que fueron alumnos de este colegio, esto nos interesa mucho, ya que nos interesa y por otro lado las instalaciones del baño, drenaje han sido un problema.

Su temporada de otoño se acerca, hay algo que puedas comentarnos.

Lo que decidimos hacer es un  formato, que se usa en todo el mundo, para los espacios teatrales que son al aire libre, es el diseño de temporada. En este caso, por el clima y las características del espacio hacer: temporada de otoño  y  temporada de primavera; ¿qué significa eso?: concentrar todos nuestros esfuerzo, dos veces al año para realizar temporadas de largo aliento, donde podamos tener una  programación constante y tratar de involucrar al público ofreciéndole diferentes ofertas. Ahora estrenamos la temporada de otoño, que consta una obra de estreno que el cierre de una trilogía romancera que consta de : No ser sino parecer; La fiebre del oro verde  y ahora esta tercera parte que En este Pueblo no ha cristo. La trilogía completa, y a eso le vamos añadir una obra muy linda que se llama Latidos, que es el testimonio de cuatro mujeres sonorense sobre la violencia; así mismo viene El Mentidero del chico talegas. Así que vamos a tener funciones de miércoles a domingo por tres meses en lo que hemos denominado la temporada de otoño. Los boletos se pueden adquirir en línea y tenemos todo una estrategia de marketing con el que se podrá adquirir: paquetes de boletos, kits de descuentos, degustaciones de cerveza y café durante las funciones . Hemos armado todo un mecanismo  para que el público tenga todas las comodidades en un espacio muy lindo, al aire libre , en un buen clima y bajo las estrellas.  Así mismo hay descuentos para estudiantes, maestros, tercera edad.

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