Café Trotsky en la Gandhi

Como un acto de recordación de aquellos tiempos, los combativos

L. Carlos Sánchez

El escritor comparte un fragmento de su obra. El respetable atiende e inevitablemente la risa ronda el espacio. Estoico, el autor continúa en la lectura, recreación de los años (ni tan) maravillosos.

En librería Gandhi, de Hermosillo, Sonora, se presenta como primicia la ópera prima de Joel García: Café Trotsky (ed. MAMBOROCK, 2023). Presentan los literatos Arturo Soto Munguía (el de la pluma que levanta ámpula) y Josué Gutiérrez (maestro, Doctor en Letras).

Como un acto de recordación de aquellos tiempos, los combativos, en los cuales jóvenes nacidos en los cincuenta, que ejercían su ideología en los setenta, la historia se recrea y entonces un alud de suspicacia, el rubor y reacción en los espectadores: la valentía del narrador que espulga y expone los avatares de una lucha franca en contra del opresor.

Joel García reconstruye el álbum de la memoria, con el pegamento de la ficción confecciona el entramado de sus cartas, la traslación hacia las páginas de Café… y la reunión se ejerce en el vientre de la Gandhi, entre paredes de ejemplares.

Josué Gutiérrez desmenuza el contenido del libro, pondera los años de adolescencia y juventud de los personajes, destaca también la trascendencia de MAMBOROCK como editorial emergente, local, que publica y convoca y reúne. La intimidad del lector con el autor “de carne y hueso”.

Subraya, el presentador, los textos de su preferencia, el enganche desde el primer párrafo que provocan la permanencia sobre el ojo en el libro. Y seguir hasta concluir.

Arturo Soto Munguía, conoce y se reconoce en las historias contenidas de …Trotsky. El recuento de anécdotas, la disculpa anticipada, sin alusión, nada personal con quienes pueden erigirse como Trotskistas. Un puño de carcajadas son la consecuencia ante la lectura de su reseña, con el estilo más aguzado y humorístico, la inteligencia en las conclusiones y conceptualizaciones.

Espectadores que levantan la mano, comentan y elaboran la continuación de los cuentos contenidos en el libro que se presenta, lecturas que llevan por distintos caminos, al fin de cuenta los textos ya le pertenecen al lector y no al autor.

El ambiente colorido que emociona, los niños que rondan los anaqueles, vitalidad de un mundo que aflora en palabras. La reunión de viernes por la tarde-noche donde todo apunta hacia las emociones.

Llegará el momento en el cual el autor, Joel García, reinicie la escritura, in situ, porque los lectores quieren llevarse de recuerdo la cita en la página de cortesía del libro, alguna leyenda para la historia, el valor que trasciende en la obra si la letra del escritor rubrica el ejemplar.

Una foto, dos o tres. La presentación contiene ese plus maravilloso para fraternizar, la familiaridad en el abrazo y reencontrarse después de tantos días que no.

Habemus Café… que contiene inteligencia, añoranza, desazón, palabras nuevas por descubrir.

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